sábado, 30 de junio de 2012

DE UN POEMA, SIN RESULTADO


He buscado mi poema desesperadamente
desde el inclemente asfalto de la urbe asesina
hasta la fina arena de mi última playa.
He soñado con su versos, su ángel y su música,
pero la lúbrica fantasía de mi noche
no puso el broche merecido a mi densa búsqueda.
Me ha desperezado optimista en tiempos sin tiempo
y siento impaciente el fracaso de tanta espera
sin que quiera renunciar a proseguir buscando.
Es un gran poema de amor con néctar impoluto
y el fruto más amargo de alguna adversidad,
como verdad dual del único y eterno hecho.
La sublime obra de la vida late en sus letras,
grietas unas, oteros otras, y ellas todas
como modas de mi desfile de autor en ciernes.
Nunca sabré si el poema vendrá discreto a mí,
si yo lo vislumbraré sensual en un espejo
o si un reflejo propio caerá en el olvido.
No ansío traicionarme ni pretendo un engaño,
porque es grave daño para mi espíritu ideal
querer hallar ese espléndido poema aún no escrito.

Francisco de la Torre Díaz-Palacios. España
Publicado en la revista Oriflama 16

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