Por el espacio sin tiempo
iba el tiempo sin espacio.
El tiempo herido de espejos.
La sangre de la poesía
le daba vida el misterio.
El viejo poeta loco,
ya sin espacio ni tiempo,
intentaba suicidarse
con el revólver de un sueño.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
martes, 29 de mayo de 2012
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