El olor a tabaco que desprenden
tus pensamientos,
me ha hecho confundir el alba
con las luces de neón que te seducen.
También hay copas llenas
de estómagos ahítos y mentes vacías.
Una adolescente desgarra sus sueños
sobre un lugar donde la felicidad
olvidó el nombre de las cosas.
Nunca se aprende sin errores
a amar la dura sonrisa
que habita en los Olimpos
con cara de yonqui.
No nos reconocemos
mientras pasan por nuestra
historia:
verdes prados y mármoles
de lustroso contenido.
No me hieras como la chimenea
de tu boca, el aceite de colza, las vacas locas,
los pollos belgas o la propaganda yanqui
de muertes justificadas.
Comamos ignorancia a manos llenas,
con apetito,
para acercarnos a una gran ciudad
que tendrá las tumbas en rebajas.
GUILLÉN LOSADA-Montilla-
Artículo en la revista digital Teoría Ómicron
Hace 16 minutos
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