Vivo al borde de un sueño sumergido
que atraviesa el tiempo de animal
sobre la esfera rota del sonido
transparente como tímido cristal.
Y con razón pervesa, alucinada
se reconoce en la brutal frontera
para limpiar su cuerpo en la cascada
donde el amor es sólo una quimera.
Así junto al reloj el tiempo muerde
vencido espacio que a su vez dilata
las márgenes del río en que se pierde
de tanto esplendor y tanta plata
mi corazón, castillo de oro verde
que en sueños se sumerge y se desata.
JOSÉ ORPÍ GALÍ-Cuba-
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