lunes, 26 de marzo de 2012

RENOVACIÓN

Ni el ruiseñor olvidará su trino,
ni el salmo del amor desaparece.
Si éste en silencio a veces se adormece,
despertará en su acento más genuino.

En años de bohemia, el peregrino
de tierras y de vidas, entumece
miembros y mente, y frívolo envejece
sin la solera de su propio vino.

Mas quien ama una vez, aun en derrota,
recobrará el amor, ya gota a gota,
o en viva llamarada de placer.

Amor es miel, y herida, y cicatrices,
árbol que, si talado, sus raíces
renovarán el esplendor de ayer.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-

No hay comentarios:

Publicar un comentario