viernes, 2 de marzo de 2012

RELATO CORTO

Steampa

No era la primera vez que entraba en Objetos Imposibles, sin embargo esa tarde de gélida ventisca no me atendió Lucyla. Un joven larguirucho de cara triangular se me acercó.
-Buenas tardes –tendió la mano- , soy Roberto; dígame en qué puedo servirla, Señora.
-Busco una menudencia para mi sobrino que es coleccionista–dije, cerca del expositor.
-Allí dentro, en esa pequeña sala habilitada para la ocasión, ¿la ve? encontrará toda suerte de curiosos detalles diminutos –y se fue a atender a la recién llegada anciana del perrito.
Camino del lugar indicado una ráfaga de electricidad estática me hizo respingar. Lo vi.
Aquel artefacto, igual podía representar a una girándola que a una Venus esteatopigia; incluso la peladura de una fruta podía ser. Él, estaba fuera de su cuerpo, mirándome muy arriba robaba mi energía a grandes dosis, mi cuerpo alcanzaba el cero absoluto expuesto a un nuevo estado de la materia. Roberto, ya libre de la abuela vino hacia mí.
-Este cacharro, convendrá conmigo en que no es un artefacto normal. No lo es ¿a qué no?
-Steampa, por favor, Señora, Steampa –verificó casi molesto-, salido del departamento especial de Valores sin Precio. ¿La va a comprar? funciona a vapor, inmortaliza el
Steampunk ya sabe, la máquina de vapor, la revolución industrial y todo. Hasta el Sufragio Universal debió posibilitar - parado en la puerta giratoria, dijo-: ¡cómprela!
La compré. Entonando diabólica su sempiterna chasca, chasca de latón oxidado batió mis sesos hasta licuarlos. Luego, conservó algún tiempo mi cerebro en formol y creó una subespecie de cosas que piensan, derivada de la especie humana a la que pertenecí.

Mari Carmen Caballero Álvarez(España)
Publicado en la revista digital Minatura 116

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