¡Sin aliento voy andando,
el sendero de Jesús, lleno de angustias;
y no te vas apiadando
de mi pobre alma mustia;
deshecha de vigor, rota y muy sucia!
¡Opacos ojos sin luz,
llevo en mi yerto rostro con tristeza;
por no poder con la cruz,
esta agotada fuerza,
viendo tan desdichada mi destreza!
MANUEL HILARIO IBÁÑEZ-Sanlúcar de Barrameda-
viernes, 16 de marzo de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario