jueves, 15 de marzo de 2012

LA POSADA DEL INFIERNO

Son, ante nuestros ojos, sentires vanos,
dolor que cautiva mi sangre y mi alma,
dó el sentimiento pierde su calma,
dó la vida escapa de entre las manos.

Un sufrir ende la noche al alba.
Pobre destino, impuesto humano,
pesa sobre mi espalda, ufano
pasa con leve y negra carcajada.

Oprime la vida. Hace cortos años
que postreros van, dó desengaño
mientras camina. Hoja peregrina;

con toda ilusión más del gran engaño
ende la carne alma contamina
presa de venenos. Por dó encamina.

JOSÉ CARLOS SÁNCHEZ SÁNCHEZ-Cádiz-

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