HOMENAJE A LAS PALOMAS, ESAS DESPRECIADAS

Andaba sublime la tertulia con amigos, vecinos e invitados
mas torciese graciosamente la tarde, por opiniones
enfrentados.
Guarras, esos es lo que son, con perdón,
llenas de polvo y piojos, son una perdición
cagonas y ruidosas lo son, por tradición
ratas voladoras, eso, eso es lo que son
Perdone usted madame, que yo sepa,
las ratas no vuelan, caminan, como usted y yo.
Disculpad, sensibles oyentes que por lo oído, es anormal,
que sin inodoro conocido, ni escusado tradicional
el evacuar donde pille, sigue considerarse natural.
Así lo entienden la fauna y el nativo aún ancestral
como el montañero activo y el bebé sin educar.
Entonces argumentar al momento, vuestro santo porqué
Jilgueros, ruiseñores, golondrinas defecan sin pudor y a placer
mas palomas y palomos, engendros del averno son,
por el mismo hacer.
Colectivo alado y desgraciado,
confundiste migas en plaza mayor
con amor peregrino, perenne, de niños a mayores,
con el mismo rigor.
Olvidaste con premura que lo mismo, aunque parezca, no es,
lo que para gentes sin entente, un águila y un halcón, no son
igual que un palomo cojo, coronando el capitel de la estación.
Disculpad, palomos en cuestión, a estas necias gentes
sin un gramo de razón, olvidan muy fácilmente, ¡qué raro!
que en nuestro arrastrar por andar, como Ícaro soñamos
por el ingenio de Dédalo, lo que ellas ya hacen, sin engaños,
volar y, desde los altos, planeando, de nuestros enfados,
desde la libertad, gozar.

Del libro Poemario de un ideario de MAXI CAMPILLO PONS