- Papá, dime ¿porqué el cielo sobre mi cabeza está?
decidme también si el infierno debajo está.
- Hijo, fruto de gran amor, a qué se debe tu inquietud
tal vez alguna prueba del Señor ¿inquieta tu virtud?
- Ciertamente, no papá, mi alma en calma y salud está
mas hoy, al vecino oí mentar, que si escoger pudiera
ni jaculatorias, ni cielo, ni ná, que si elegir se permitiera
¡al infierno vecinos! de cabeza y sin más pensar;
pues donde cortesanas y tahúres concentrados están
qué mejor jardín para, por toda la eternidad, quedar.
Del libro Poemario de un ideario de MAXI CAMPILLO PONS
Artículo en la revista digital Teoría Ómicron
Hace 54 minutos
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