jueves, 22 de marzo de 2012

DESCIENDES UN LUNES

Las secuelas de los arañazos
de las sombras de otras noches,
te desertan,
como una quiniela rota al borde de un arroyo
o como la caléndula entre la cizaña del lodazal del camino

El poeta,
apostado en su arista,
como un halcón en un vertedero,
acodado el gesto en la esquina,
ve deslizarse
como entre vidrios rotos,
la vida.

Llegas tarde,
porque en la víspera de la intemperie,
desguarnecida de todos los lunes
como el crepúsculo de la disentería,
surges de tu caparazón
con el sin sentido y la falta de sueño,
que no de sueños,
de lo repetido.

Acometes un lunes más
sin aspavientos,
saludo a saludo,
porque eres tú y tus imponderables,
porque sabes ver pasar los trenes
y dirigir el rumbo de las migajas.

El poeta sonríe y escudriña
por entre los desfiles del céfiro,
tu hado.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ-Mérida-

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