lunes, 24 de octubre de 2011

POEMA



PORTUGAL

EL Guadiana está ahí, tranquilo,
con un movimiento ondulante
que apenas mueve nuestros cabellos,
dejándose surcar por un barquito
que va y viene, viene y va,
desde Ayamonte hasta Vila Real.

Vila Real, blanco y pequeño,
espera a los viajeros, impaciente
porque necesita sus pesetas
para no irse muriendo al sol.

Al sol sonríen sus gentes
sencillas y agradables,
mientras los visitantes
van de una calle a otra
sin fijarse en los encantos
de esta blanca paloma portuguesa.

JOSÉ LUIS RUBIO

No hay comentarios:

Publicar un comentario