domingo, 24 de julio de 2011

BREVERÍAS

2467
Esta noche no arrulla, ni musita,
y en nostalgia glacial me desarbolo;
el rumor del pinar se debilita,
se ha dormido la luna, y estoy solo.

2468
Empapado de luz hasta los huesos,
se me estremecen todas las ideas,
me exigen libertad todos los besos,
y se apresta la carne a la pelea.

Tú, sustancia de fuego, ángel de arcilla,
albergador del soplo creativo,
la caricia de tu ala en mi mejilla
me hará ser libre, y a la vez cautivo.

2469
Ya no paseas junto a mí; caminas
en la sangrienta noche de mis venas;
nadie nos ve arrullando en las esquinas,
o en el baile informal de las verbenas.
No te tengo; te añoro y me fascinas,
mas no sé si me endulzas o envenenas.
Tal vez, tal vez estoy imaginando
que habrá otra vez. Mas ¿cómo, dónde, cuándo?

2470
Al borde estás de mi palabra. ¿Adviertes
su tono, sus temblores, sus mensajes?
Pienso que no; me la devuelve el eco.

Pero yo sigo hablando. Hay muchas muertes
que no nos estremecen, y paisajes
que miramos sin ver, y un mundo hueco.

Debe correr la voz, cálida, intensa,
por páramo, bancal y recoveco,
no importa quien escucha, mas quien piensa.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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