POEMAS

Mi mano o yo

No estás
pero mi mano te toca,
terca en su costumbre de liquen,
es ciega y no cree en tu ausencia.
Antes que persuadirla de su acto fallido
quiero que me ayude a sentirte.
Ella sabe leer mejor la oscuridad.
Mi mano o yo
¿quién calca mejor la silueta de tu falta?

Luz Helena Cordero.

AQUÍ COMIENZA LA ENUMERACIÓN DE MIS DERROTAS

Un solitario gemido de papel a la luz de dos lunas.
La mía, y la vieja luna
del mundo sobre cuyas laderas se acuestan
con la muerte todos
los derrotados.

Alberto Rodríguez Tosca